Los shar peis pedecen con frecuencia una alteración anatómica en los párpados conocida como entropion que es el enrollamiento o inversión hacia dentro de los párpados, ya sea el superior, el inferior o ambos. Puede presentarse en un solo ojo o en los dos.
La arruga es bella… pero tiene inconvenientes.
Aunque puede presentarse en cualquier raza, esta enfermedad es típica de perros que se seleccionan para tener abundantes pliegues o arrugas en la piel como el Shar pei o el Chow chow.
Estas razas presentan una gran cantidad de ácido hialurónico entre las células de la piel que es el principal componente de la mucina, una sustancia gelatinosa causante de la formación de arrugas características del shar pei, pero que al mismo tiempo reduce la rigidez del tarso y debilita el párpado.
En el entropion el párpado del shar pei se invierte y se enrolla en dirección al globo ocular, así los pelos entran en contacto con la córnea produciendo una fricción y rozamiento permanente que acaba irritando el ojo.
Normalmente estos perros presentan lagrimeo continuo debido a la irritación, les molesta la luz y suelen guiñar o mantener los ojos semicerrados debido al espasmo que produce el dolor.
Cuando un ojo está irritado o dolorido, el globo ocular reacciona traccionando hacia atrás, hacia la cavidad ocular.
Este movimiento intensifica el efecto de enrollamiento del párpado por lo que aumenta la fricción y el dolor. Se produce un círculo vicioso que empeora la condición del animal.
Si la fricción es intensa puede acabar dañando la córnea produciendo lo que conocemos como úlcera de córnea que agrava el proceso. En ocasiones las úlceras son producidas por el propio perro al rascarse con las uñas o frotar el ojo contra diversas superficies en un intento de aliviar el dolor.
Las úlceras corneales en el shar pei son un problema serio que requiere intervención inmediata si no queremos acabar perdiendo el ojo del animal.
El tratamiento consiste en una cirugía mediante la cual corregimos la anormalidad que supone la reinversión de los parpados y los devolvemos a su posición natural.
Entropion en cachorros de shar pei.
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En estos casos deben aplicarse puntos de tracción que mantienen la piel alrededor del párpado recogida mientras se corrige la desproporción de arrugas, así evitamos que se dañe el ojo.
La mayoría de cachorros que necesitan puntos de tracción, necesitarán cirugía reparadora posteriormente aunque hay excepciones. También habrá cachorros que no necesitan puntos de tracción de cachorros y sin embargo desarrollan entropion durante el crecimiento.
¿Cuando operar el entropion del shar pei?
Esta es una cuestión controvertida, nadie discute que lo ideal es esperar a que el perro desarrolle completamente el cráneo y que la forma de la cara sea más o menos definitiva.
Sin embargo, si el shar pei está en crecimiento es más difícil valorar el grado de corrección que debemos dar al párpado porque los pliegues cutáneos van a seguir creciendo después de la cirugía.
Si embargo el entropion puede aparecer en cualquier momento y en ocasiones pueden pasar meses desde que empieza el problema hasta que el animal termina el desarrollo.
Cuando el roce es leve y el propietario se preocupa de mantener el ojo con aplicación regular de colirios lubrificantes, la córnea no se daña y podemos esperar a que el animal termine el crecimiento.
Pero si el roce del párpado con el ojo es intenso o el propietario no dispone de tiempo
Hay perros que aguantan que se les pongan los puntos de tracción mientras dura el periodo de crecimiento, así evitamos que se dañe el ojo.
Pero otros perros no aguantan el procedimiento, se rascan, se llevan las patas a los ojos y acaban arrancándose los puntos.
En estos casos y si comienza a producirse daño en la córnea, nosotros recomendamos adelantar el momento de la cirugía. Es preferible intervenir que perder el ojo, además hay que tener el cuenta que el perro puede estar sintiendo dolor y molestias durante meses antes de terminar su desarrollo.
Según nuestra experiencia son pocos los casos en los que se necesita una segunda intervención, hoy en día los protocolos anestésicos, si están actualizados son muy seguros y no presentan problemas cuando intervenimos animales jóvenes en buena condición física, por tanto no tiene mucho sentido arriesgarse a perder un ojo por demorar la intervención quirúrgica a la espera de que el animal termine el desarrollo.
Además el sentimiento de dolor continuado puede derivar en problemas de comportamiento como irritabilidad y agresividad que complican la convivencia con la mascota.
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