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Parvovirus en cachorros

Parvovirosis en Cachorros

El parvovirus es uno de los virus más peligrosos a los que puede enfrentarse un cachorro. Si llega ese momento, que antes o después llega, más le vale estar vacunado porque la vacuna es el único método eficaz de prevenir esta enfermedad.

Los parvovirus son un grupo de virus muy extendido.

La familia Parvoviridae afecta a 56 especies de vertebrados e invertebrados. La mayoría de mamíferos, sufre alguna alguna especie de este virus en las que causa enfermedades de distinta gravedad.

Cada virus solo puede infectar y multiplicarse en la especie a la que está adaptado, un parvovirus del cerdo no puede contagiar a un perro y el virus de la parvo del perro no puede contagiar a los humanos.

Por esta razón y afortunadamente, no es peligroso para las personas convivir con cachorros enfermos de parvovirus.

Un virus resistente con gran capacidad de diseminación.

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Al principio el virus de parvovirosis canina no era tan dañino, solo se conocía el tipo CPV-1 que solo atacaba a cachorros recién nacidos.

Pero en 1976 apareció en Europa el tipo CPV-2, se cree que procede de una mutación del parvovirus felino (los parvovirus de los carnívoros se parecen mucho entre sí.)

El CPV-2 es uno de los virus más infectivos y resistentes que se conocen.

El virus de la parvo CPV-2 tiene una gran capacidad de diseminación: puede transportarse en la piel de los animales, en la ropa y los zapatos a largas distancias.

En los años 70 el CPV-2 se extendió por los 5 continentes, causando la muerte de miles de perros.

El parvo es como un guerrero espartano: aguanta meses al aire libre, en las más duras condiciones, manteniendo intacto su poder infectivo.

1 gramo de caca de un perro enfermo contiene virus suficientes para infectar a 1.000 perros.

Además es resistente a la mayoría de desinfectantes, el más eficaz es la lejía. Debe utilizarse a una concentración mínima de una parte de lejía por cada 30 partes de agua.

Pero por muchas medidas de desinfección que se tomen, no todas las superficies pueden tratarse y es virtualmente imposible hacer desaparecer el virus del ambiente.

Se ven más brotes en verano debido a que la mayoría de cachorros nacen en primavera y caen enfermos a partir de los 2 meses de vida.

Cómo actúa el virus de la parvo.

Es un virus extraordinariamente simple. Se trata de una pequeña molécula que actúa como un troyano. Se integra en las células del perro y las engaña, haciendo que fabriquen copias de sí mismo en grandes cantidades.

El virus entra por la boca del cachorro y se instala en las amígdalas. Tras un periodo de incubación de menos de una semana, pasa a la sangre.

Su siguiente objetivo es atacar las células de la médula ósea encargadas de proteger al perro contra enfermedades.

Una vez que las defensas del perro están debilitadas, es fácil para el virus colonizar las células del intestino donde produce el mayor daño. Destruye las células encargadas de la absorción de los alimentos.

Los síntomas típicos son náuseas, vómitos y una intensa diarrea, normalmente sanguinolenta, que causa deshidratación, desnutrición y muerte.

Pitbull de 4 meses hospitalizado por parvo.

También puede atacar el corazón de cachorros jóvenes, causando arritmias y fallos cardiacos.

Tratamiento de la parvovirosis canina

No existe un medicamento eficaz contra este virus. El tratamiento consiste en controlar los síntomas y tratar de mantener el perro con vida el tiempo suficiente hasta que sea capaz de generar una respuesta inmunitaria por sí mismo.

Es imprescindible reemplazar, vía intravenosa, las grandes cantidades de líquido que el perro pierde por los vómitos y la diarrea.

Según nuestra experiencia, los perros necesitan entre 4 y 7 días de hospitalización para poder recuperarse. A pesar de todos los cuidados, uno de cada cinco muere.

Tratar con remedios caseros un perro con parvo no es buena idea. Sin cuidados intensivos y hospitalización mueren la inmensa mayoría.

Además, vómitos y diarreas multiplican la diseminación del virus en casa, lo que constituye un peligro de contagio durante meses.

Un mastin de 6 meses a punto de ser dado de alta, después de sufrir parvovirus. Nunca había sido vacunado.

Una vez curados, es normal que continúen haciendo heces blandas mientras el intestino se recupera, deben ir ganando firmeza y después de 4 o 5 días acaban siendo normales.

Los animales recuperados se encuentran desnutridos y tienen hambre atrasada. Deben alimentarse gradualmente repartiendo en varias tomas la comida para evitar indigestiones.

Los cachorros continúan eliminando virus durante aproximadamente un mes. Debe evitarse que vayan a lugares frecuentados por otros perros. Nunca deben entrar en contacto con cachorros que no estén completamente vacunados.

Prevención de la parvovirosis en cachorros.

Afortunadamente quedan lejos los años en que apareció el primer brote de CPV-2 y no había vacunas disponibles.

Hasta 1979 no se consiguió fabricar la primera vacuna y en aquellos años miles de perros morían de parvovirosis.

Los cachorros son los más susceptibles de padecer la enfermedad. En general los perros jóvenes presentan los síntomas más graves, pero animales adultos no protegidos también pueden padecerla.

La vacuna CPV-2 puede administrarse única o en combinación con otros virus como el moquillo, adenovirus y parainfluenza.

Nuestro programa de vacunación de cachorros incluye cuatro inyecciones. Deben ponerse cada quince días entre las seis semanas y las 16 semanas de vida.

Se recomienda poner un recordatorio al año de edad (nosotros la llamamos vacuna de cumpleaños) y posteriormente un refuerzo cada tres años.

La vacuna que utilizamos está hecha con variantes del virus CPV-2 vivo modificado. Actualmente se consideran el tipo de vacuna más eficaz y segura.

Nunca hemos visto reacciones adversas en la aplicación de estas vacunas, como mucho una inflamación transitoria en el punto de inyección.

No lo dudes. La vacunación es el paso obligatorio para proteger a tu perro de la parvovirosis. Es la única medida eficaz de lucha contra esta enfermedad.

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