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Tengo un cachorro: la etapa de socialización.

Cuando un cachorro llega a nuestra casa estamos introduciendo un nuevo miembro en la familia, una criatura que se encuentra en pleno proceso de formación.

Es como un niño al que hay que enseñar a valerse en el mundo.

Cuando el cachorro llega a casa por primera vez, lo normal es que tenga entre mes y medio y tres meses de vida.

Y la edad es un factor muy importante: desde la tercera semana hasta que tiene cuatro meses, el perro está pasando por una etapa fundamental en su vida.

Una etapa que va a marcar para siempre su forma de comportarse.

Es lo que se conoce como periodo de socialización del cachorro, una etapa en que tiene que aprender a relacionarse con el mundo que le rodea, en definitiva: tiene que aprender a comportarse.

Una etapa de exploración y clasificación de experiencias.

La etapa de socialización constituye una fase de aprendizaje social en la vida del cachorro: relacionarse con sus nuevos dueños, pero también con vecinos, familiares y amigos.

Una vez que separamos al cachorro de sus hermanos de camada, se le abre un universo nuevo. Necesitará unos días para recuperarse del estrés que supone tanto cambio, y lo siguiente será buscar nuevos referentes donde encontrar seguridad y relación.

cachorro llega a casa

Recae en nosotros la responsabilidad de enseñarle a relacionarse con el nuevo mundo que le rodea.

La etapa de socialización es el periodo de su vida más decisivo para el éxito o fracaso de la convivencia con la familia en el futuro.

Durante la etapa de socialización, el cerebro del cachorro está en pleno proceso de desarrollo, un cerebro predispuesto a vivir experiencias por primera vez.

El comportamiento del cachorro tiene una marcada tendencia hacia la exploración en los primeros meses de vida.

El instinto exploratorio le permite entrar en contacto más fácilmente con nuevos seres y objetos por primera vez.

Tendrá que decidir cómo reaccionar: decidir si sus nuevos hallazgos son seguros y confiables, o por el contrario peligrosos, algo de lo que haya que desconfiar.

El cachorro se dedica a clasificar mentalmente sus nuevas vivencias.

Cada nueva experiencia será almacenada en su cerebro como positiva y buena para él, una experiencia a repetir en el futuro, o por el contrario como negativa y peligrosa y por tanto una experiencia que se debe evitar a toda costa.

Si pones a jugar a tu cachorro con otro perro por primera vez, y recibe un mordisco, tu perro desconfiará de otros perros el resto de su vida.

Se convertirá en un perro desconfiado que evitará relacionarse con otros perros, o que reaccionará agresivamente cuando el contacto sea inevitable.

Las experiencias que le causen temor, miedo o dolor quedarán grabadas como negativas y por tanto experiencias a evitar en el futuro.

Lo mismo ocurrirá con otro tipo de experiencias, como su primer baño, la visita al veterinario, lugares con gran concurrencia de personas, quedarse solo, fuegos artificiales, etc…

Cachorro paseando por la cidudad

El cachorro querrá repetir las experiencias que le han resultado placenteras y tendrá tendencia a evitar todo aquello que ha quedado grabado en su cerebro como peligroso.

Si el ruido del aspirador le asusta, creerá que los aspiradores son peligrosos.

Socialización y temperamento

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Como te decía:

El temperamento del perro va a influir de manera definitiva en la etapa de socialización.

Hay perros que son tímidos por naturaleza, perros desconfiados o medrosos, mientras que otros son unos balas para los que no existe la palabra miedo o precaución.

Ambos, son casos extremos, la mayoría de perros tendrán un temperamento equilibrado en los que el comportamiento exploratorio se iniciará con prevención y desconfianza, y paulatinamente, en la medida que la nueva experiencia resulte satisfactoria, será asumida como positiva y repetida sin reparos en el futuro.

Debes de saber que cada cachorro tiene su propio temperamento que tiene un origen genético, y por tanto complicado de modificar.

Sin embargo es muy importante tener en cuenta su temperamento a la hora de presentarle nuevas situaciones.

Un perro demasiado atrevido puede verse expuesto a situaciones peligrosas de las que no saldrá bien parado y por tanto ser etiquetadas como negativas.

Un cachorro intrépido es propenso a meterse en líos innecesarios.

Un cachorro que cuando ve a otro perro en el parque, se abalanza para jugar, puede verse sorprendido por un mordisco que marcará la actitud hacia sus semejantes para el resto de la vida.

Cachorros jugando

En cambio, un cachorro demasiado tímido, puede que nunca reciba suficiente número de contactos positivos, que permitan ser grabados en su cerebro como experiencias agradables.

Debemos conocer el temperamento de nuestro cachorro para modular sus nuevas experiencias:

  • Cachorros muy tímidos: Estimulando y favoreciendo nuevas experiencias de manera muy gradual y paulatina.
  • Cachorros demasiado atrevidos y aventureros: moderando y conteniendo la exposición a nuevos estímulos.

Una exposición repentina a un estímulo intenso puede impresionar a un cachorro y provocar una reacción de huida, particularmente en cachorros con temperamento muy aprensivo.

Dibujo de un cachorro asustado

La presentación de nuevas situaciones y estímulos es mejor que sea gradual, dejando que se acerque y se aparte hasta que descubra que algo o alguien es seguro.

No debemos someter al cachorro a nuevas experiencias a la fuerza.

Exposición gradual a nuevas situaciones. Evitar experiencias desagradables.

Hay que aprovechar la etapa de socialización, los cuatro primeros meses de vida, para exponer a nuestro cachorro, gradualmente y de forma que le resulte placentera y positiva, a todo tipo de situaciones con las que deberá lidiar en el futuro.

Hablamos de contactos con otros seres vivos: andar por calles muy concurridas, a relacionarse con otros perros, con otras especies de animales (gatos,) a que jueguen los niños con él, a personas de distinta raza y aspecto, a gente montando en bicicletas, patinando, corriendo, etc…

Estímulos con objetos: lugares que no le son familiares como la casa de amigos y familiares, coches, camiones y demás vehículos en movimiento, la bañera, el agua y el ruido del secador, también del aspirador, a montar en ascensor,  a viajar en coche, trenes, aviones, etc…

Bañar un cachorro: mitos y realidades.

Socialización y vacunaciones.

Durante muchos años, los veterinarios aconsejábamos no sacar el cachorro a la calle antes de recibir todas las vacunas.

Sin embargo, hoy día se considera que intentar mantener el cachorro aislado impide poner en práctica su adecuada socialización durante los tres primeros meses de vida, que es el periodo en que más lo necesita..

Debes tener en cuenta que una vez que pasa la etapa de socialización, su cerebro deja de ser como una esponja y cuesta mucho más adaptarlo a nuevas situaciones.

Por tanto hoy día, cuando sopesamos el riesgo a enfermedades, frente al riesgo que supone no socializarlo correctamente, consideramos que el cachorro debe salir a la calle durante el periodo de vacunación.

El riesgo cero no existe, pero se reduce drásticamente evitando lugares con alta concentración de perros (parques para perros) y evitando el contacto con perros cuya situación sanitaria sea desconocida.

Si has llegado hasta aquí, ya conoces la importancia que tiene la etapa de socialización para el cachorro que llega a casa, esperamos que lo pongas en práctica para que tu perro tenga una larga y feliz vida a tu lado.

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Por Jose Luis Guerrero Montero

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5 respuestas a «Tengo un cachorro: la etapa de socialización.»

Hola, me interesa mucho esta pagina,

doctora le quería hacer una consultas, tendré un perrito de un mes o dos, es recomendable dejarlo sólito en el día? algún método para evitar las pulgas si son cachorros? en conclusión se pueden bañar a cualquier edad sin o con tener las vacunas?…
espero sus respuestas y tips que me puedan servir!
muchas gracias.

Muchas gracias, me han servido muchos estas lecturas. Desde a una seguidora de este blog

doctora sabe que mi perrita ya tiene 4 años de edad y nunca se a dejado montar por un perro! y ella tiene un peluche grande y cuando esta en celo ella lo monta como si fuera macho, pero si le pongo un perro no se deja montar! que puede ser o que puedo hacer para que se deje montar?

En ese tipo de perra te aconsejo que pidas a un veterinario que te haga un seguimiento del celo, asi podrá detectar mediante análisis de progesterona el momento de ovulación y proceder con inseminación artificial. El seguimiento y análisis del celo también te permitirá saber, si por algún motivo, la perra a pesar de ponerse en celo, no ovula. Para ello debes llevarla el primer día que empieza a sangrar. Saludos y suerte.

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