Mi gato no puede orinar
Cuando los gatos tienen alguna enfermedad en vejiga y uretra, lo primero que observamos es que no pueden hacer pis: intentan orinar acudiendo con frecuencia al arenero, pasan demasiado tiempo haciendo esfuerzos, sin que apenas salgan unas gotas.
Incluso puede ser que maullen y vocalicen como consecuencia del dolor que sienten cuando el gato no puede orinar por la obstrucción urinaria.
Otros gatos asocian el dolor con el arenero y buscan orinar en sitios distintos, normalmente prefieren superficies lisas y frescas, como el fregadero o la bañera y pueden observarse gotitas de sangre en la orina.
Otro síntoma característico es cuando el gato lame con insistencia sus genitales, normalmente a causa del dolor que sienten en la zona.
Los primeros síntomas consisten en que al gato le cuesta orinar y hace constantes visitas al arenero.
Pero también puede ocurrir que el gato se obstruya completamente y no consiga eliminar nada de orina, en este caso estamos ante un problema que debe ser tratado inmediatamente o acabará siendo una emergencia médica.
El bloqueo total es más frecuente en machos que en hembras.
En condiciones normales la vejiga tiene la consistencia de un globo de agua a medio llenar que no será fácil de detectar para quien no esté acostumbrado.
En los casos de obstrucción total, al palpar la vejiga del gato, la notaremos distendida, tocaremos algo duro y firme, parecido al tamaño de una mandarina. Es un signo inequívoco de que existe obstrucción.
De todas formas, en caso de duda lo más prudente es acudir al veterinario, porque la vida del gato puede estar en peligro.
En unos casos nuestro gato solo tendrá un episodio aislado de enfermedad urinaria, pero en otros casos, el problema se vuelve recurrente y el animal sufre problemas obstructivos con frecuencia.
Gatos jóvenes que no pueden hacer pis.
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Como te decía:
Aunque los gatos jóvenes pueden tener cistitis por varias causas, aquí hablaremos de las dos más frecuentes:
Por un lado están las enfermedades causadas por cristales y “piedras” que pueden estar en riñones, uréteres, vejiga y uretra. Son formaciones minerales que se forman en el tracto urinario de los gatos produciendo obstrucción.
Las obstrucciones por cristales urinarios eran muy frecuentes en los años 80, cuando la industria del pienso para mascotas estaba en incipiente desarrollo y no se sabía tanto de la nutrición del gato como en la actualidad.
Aquellas primeras formulaciones alteraban el ph de la orina del gato, propiciando la formación de cristales.
Ahora la mayoría de fabricantes de piensos limitan la concentración de magnesio en sus fórmulas y además incluyen acidificantes de la orina, con lo que este problema se ha minimizado.
El tratamiento depende del tipo de cristales porque unos se disuelven y otros no.
Los cristales de estruvita pueden ser tratados suministrando al gato una dieta especial que modifica el grado de acidez de la orina lo que induce la disolución de los cristales.
Sin embargo las piedras de oxalato cálcico no se pueden disolver con pienso especial y a menudo se necesita la cirugía para resolver el problema. Sigue sin saberse cual es el desencadenante de la formación de estos cálculos.
Cuando se mejoraron las formulas de piensos para gatos, se pensó que la incidencia de enfermedades urinarias en los gatos más jóvenes se reduciría de forma drástica.
Sin embargo el tiempo ha demostrado que no es así, en la actualidad muchos gatos siguen padeciendo cistitis estando correctamente alimentados y sin que pueda aclararse el origen de la enfermedad.
La mayoría de estos gatos sufren lo que conocemos como Cistitis Idiopática Felina, que es hoy por hoy la causa de enfermedad urinaria más frecuente en gatos jóvenes.
Cuando los veterinarios llamamos a una enfermedad “idiopática,” es que en realidad no tenemos muy claro la causa que la produce.
Sabemos que hay factores predisponentes, pero no sabemos la causa última.
Sin embargo, cada vez está más claro que en la cistitis idiopática influye y mucho el estrés ambiental al que está expuesto el gato. Las últimas investigaciones han desubierto la conexión existente entre la liberación de una neurohormona que se libera a causa del estrés y la enfermedad.
Esta hormona, produce una contracción mantenida del músculo de la pared de la vejiga, provocando dolor e inflamación.
Pero... !! como va a sufrir estrés mi gato.!!
Pues si, los gatos a menudo están expuestos a situaciones de estrés que en la mayoría de ocasiones pasan desapercibidas.
Son situaciones que hacen que un gato se sienta inseguro: la introducción de una nueva mascota en la casa, una nueva persona viviendo con nosotros, la llegada de un bebé, el hijo pequeño que desde que aprendió a gatear se dedica a perseguirlo...
Una de las causas más frecuentes es la introducción de un nuevo gato en la casa. Los gatos son seres territoriales y muchas veces no les gusta tener que compartir su territorio con un nuevo inquilino.
Otro factor frecuente son cambios en la disposición del mobiliario o cambios de domicilio.
Estos cambios hacen desaparecer las marcas que los gatos hacen en su entorno y “descolocan” a un animal con un acusado sentido territorial heredado de cuando eran cazadores solitarios.
Incluso frecuentes visitas al veterinario pueden ser causa de estrés.
También se ha visto que la incidencia de la cistitis idiopática es mayor en gatos obesos, muy sedentarios, con poca actividad.
Los gatos sufren estrés cuando no pueden obtener lo que desean o no pueden evitar lo que les asusta.
El tratamiento de la cistitis idiopática incluye medicación específica para calmar el dolor y la inflamación, pero una vez pasada la crisis, lo más importante es evitar su recurrencia, para ello hay que tomar una serie de medidas.
Hacer que el gato beba más agua.
La primera es que el gato aumente el consumo de agua, así el gato produce la orina más diluida y será menos propenso a la formación de cristales y entaponamientos, además la vejiga estará mas tiempo distendida lo que reduce el grado de contracción de su musculatura.
Los bebederos deben ser grandes, a los gatos no les gusta que los bordes de los bebederos les toquen los bigotes y deben estar siempre llenos de agua fresca.
Procura facilitarle el acceso al agua durante las 24 horas, muchos gatos beben más por las noches.
Además los gatos prefieren beber agua corriente, por eso aconsejamos que los gatos con fallo renal tengan a disposición fuentes automáticas.
Según nuestra experiencia, la fuente Catit Design Fresh & Clear es una de las mejores, porque tiene alta capacidad y es robusta y silenciosa.
Además su diseño es muy apropiado para gatos: sus bigotes no tocan los bordes mientras beben, algo que aborrecen.
Enriquecimiento ambiental.
La segunda es adoptar medidas para mejorar el entorno donde vive nuestro gato. Se trata de proporcionar un medio más adaptado a sus instintos naturales.
Aunque la mayoría de gatos se adaptan bien a una vida sedentaria y doméstica, se ha visto que los gatos con cistitis idiopática son muy sensibles y necesitan un estilo de vida más parecido al que tenían cuando eran depredadores solitarios en el bosque.
De algunas de estas medidas hemos hablado aquí, aquí y aquí y seguiremos publicando artículos sobre este tema.
A mucha gente le sorprende que podamos prevenir una enfermedad urinaria sin usar medicamentos, pero existen evidencias científicas de la influencia del estrés ambiental en la aparición de la cistitis.
Modificación de la dieta.
La modificación de la dieta debe provenir por dos vías:
Por un lado es importante introducir pienso especialmente formulado para evitar la formación de cristales. Se ha demostrado que este tipo de piensos reducen la incidencia de cistitis idiopática.
Nosotros recomendamos el pienso de Royal Canin Feline Urinary S/O para gatos con problemas recurrentes de cistitis y el Feline Urinary S/O Moderate Calorie si el gato es obeso. Suelen dar buen resultado.
Por otro lado es importante añadir dieta húmeda ya sea en lata, ya sea en trozos en su alimentación.
Al tomar dieta húmeda necesitan beber menos agua y harán la orina más diluida.
Problemas urinarios en gatos senior.
Cuando un gato se hace viejo el panorama cambia, con la edad aparecen otros factores que hacen al gato padecer otro tipo de enfermedades urinarias.
Según se hacen viejos, el sistema inmunitario del gato se va debilitando, lo que les hace más propensos a las cistitis causadas por bacterias.
Aproximadamente la mitad de las cistitis en gatos viejos son de origen infeccioso, al contrario de lo que pasa con gatos jóvenes en que las cistitis bacterianas son muy raras.
Existen otro tipo de causas predisponentes que deben ser valoradas en el caso de gatos senior, particularmente si no ha tenido episodios de cistitis cuando era joven.
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Por ejemplo, los gatos más mayores pueden tener artrosis, sienten dolor articular al moverse por lo que espacian sus visitas al arenero o a salen menos fuera para hacer pis, el estancamiento de la orina favorece las cistitis.
Los gatos senior tienen tendencia a beber menos agua de lo que deberían, concentran mucho la orina, creando una situación óptima para el crecimiento de las bacterias y formación de tapones.
Por eso es importante que tomen dietas húmedas a estas edades. Con dieta húmeda el gato no necesita beber tanta agua.
Otras veces padecen enfermedades que son predisponentes: por ejemplo los gatos diabéticos tienen más glucosa en la orina. La glucosa sirve de alimento para el crecimiento bacteriano. Los gatos con insuficiencia renal crónica también son propensos a padecer infecciones urinarias.
Tampoco hay que olividar en gatos mayores la incidencia de tumores que a menudo acaban causando problemas obstructivos haciendo que al gato le cuesta orinar.
Esperamos que haya resultado interesante, comparte este artículo si crees que puede ayudar a mejorar la calidad de vida de nuestros compañeros gatunos.
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— José Luis Guerrero - Veterinario
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