Cómo saber si mi perra está embarazada: señales y pruebas veterinarias

Durante el embarazo de una perra, se producen cambios en su cuerpo y comportamiento.

Algunos síntomas incluyen aumento del tamaño de las mamas, pezones erectos, aumento de peso y vientre hinchado.

También pueden presentar cambios de comportamiento, como pérdida de apetito seguida de un aumento, desgana y apatía, búsqueda de soledad y comportamiento de 'nidificación' cerca del parto.

Para confirmar el embarazo, se pueden realizar pruebas como la palpación del abdomen y la identificación del latido del corazón del feto.

Además, existen ecografías y test de embarazo para perros que utilizan la orina del animal.

Cuando se acerca el momento del parto, la perra puede mostrar signos como inquietud, pérdida de apetito, temperatura corporal baja, contracciones y expulsión de los cachorros.

Es importante visitar al veterinario para una adecuada atención y seguimiento durante el embarazo de la perra.

Síntomas de una perra embarazada

El embarazo de una perra conlleva cambios tanto físicos como de comportamiento.

Estos cambios pueden ser señales claras de que nuestra mascota está esperando cachorros.

A continuación, describo los síntomas más comunes que pueden indicar que una perra está embarazada.

Cambios físicos durante el embarazo de una perra

Uno de los primeros signos físicos del embarazo en una perra es el aumento del tamaño de las mamas.

Notarás que las mamas se vuelven más grandes y firmes al tacto. Además, los pezones pueden verse más prominentes y erectos.

Sin embargo, el tamaño de las mamas también aumenta cuando existe embarazo psicológico, por lo que no es un método 100% fiable.

Otro cambio físico que se observa es el aumento de peso progresivo. A medida que el embarazo avanza, tu perra irá ganando kilos de manera gradual.

El vientre de la perra también sufre transformaciones, volviéndose más hinchado a medida que los cachorros se desarrollan en su interior.

Cambios de comportamiento en una perra embarazada

Además de los cambios físicos, una perra embarazada puede manifestar cambios en su comportamiento. Estos cambios pueden ser sutiles, pero es importante estar atentos a ellos.

Podemos observar que nuestra perra experimenta una pérdida de apetito, seguida posteriormente de un aumento en su ingesta de alimentos a medida que avanza el embarazo.

La desgana y apatía también pueden ser señales de embarazo en una perra. Es posible que se muestre menos activa o interesada en actividades que antes le causaban placer.

Al acercarse el momento del parto, es común que la perra busque lugares tranquilos y separe de la compañía humana o de otros animales. Este comportamiento se llama "nidificación" y es una señal de que el parto está próximo.

Sin embargo, los comportamientos maternales, como hacer el nido, son dudosos, porque también se producen en perras con embarazo psicológico.

Estos síntomas son indicativos de un embarazo en perras, pero la confirmación definitiva requiere de pruebas veterinarias.

En el siguiente apartado te explico las diferentes pruebas que se pueden realizar para confirmar el embarazo de una perra.

Pruebas para confirmar el embarazo de una perra

Para confirmar si una perra está embarazada, existen varias pruebas que pueden llevarse a cabo.

Estas pruebas ayudarán a verificar la presencia de los cachorros en el vientre de la perra y a establecer un diagnóstico preciso.

Palpación del abdomen y detección del latido del corazón fetal

Una de las formas más comunes de confirmar el embarazo de una perra es mediante la palpación del abdomen.

Un veterinario experimentado puede sentir los cambios en el tamaño del útero y detectar la presencia de los fetos mediante la manipulación cuidadosa del abdomen de la perra.

La sensibilidad de la palpación abdominal depende en gran medida del tamaño de la perra. En la mayoría de las razas la confirmación definitiva no podrá hacerse hasta los 40-45 días de gestación.

Cuanto más grande es la perra, más tardaremos en confirmar la gestación mediante palpación.

La eficacia de la palpación también depende del tamaño de la camada.

Las razas toy suelen tener camadas de 1 a 4 cachorros, mientras que las razas grandes suelen tener camadas de 8, 10 e incluso 12 cachorros.

Además, se puede intentar detectar el latido del corazón fetal. Esto proporciona una confirmación definitiva del embarazo, ya que el latido del corazón es un indicador sólido de la existencia de los cachorros.

En perras gordas o nerviosas, puede llegar a ser complicado hacer un diagnóstico de gestación seguro mediante palpación.

Sin embargo, existen otras pruebas que permiten confirmar la preñez mucho antes que la palpación abdominal.

Ecografías, radiografías y test de embarazo para perros

La prueba más efectiva para confirmar el embarazo de una perra es mediante la realización de una ecografía.

Este procedimiento utiliza ondas para crear imágenes de los órganos internos y estructuras del cuerpo de la perra.

Mediante una ecografía, se pueden visualizar los fetos en el útero a partir de los 22 días de la monta y determinar su número, así como su estado de salud.

Asimismo, existen test de embarazo específicos para perros que pueden proporcionar una confirmación a los 30 días de gestación de forma precisa.

Estos test funcionan analizando sangre de la perra en busca de proteínas asociadas al embarazo como la relaxina. Si se detectan estas proteínas, se confirma la gestación de la perra.

Las radiografías solo serán eficaces una vez que los cachorros hayan empezado a formar los huesos. La mineralización de los huesos no se produce hasta los 45 días de gestación.

La ventaja de las radiografías es que permiten con fiabilidad determinar el número de cachorros de la camada.

La radiografia es una prueba retrasada pero fiable.

Cualquiera de estas pruebas, ya sea la palpación abdominal, la detección del latido fetal, la ecografía, radiografía, o los test de embarazo para perros, pueden proporcionar una confirmación precisa y confiable del embarazo de una perra.

Es importante realizar estas pruebas bajo la supervisión de un veterinario, quien podrá interpretar los resultados y brindar el adecuado seguimiento durante todo el proceso de gestación.

Signos de que la perra está lista para dar a luz

Conocer el día del parto es una información importante para planificar el parto y la alimentación, a veces decisivo si se trata de una perra que puede requerir una cesárea.

El rango de días de posible parto va desde los 55 a los 72 días de la primera monta, como ves, poca precisión cuando lo que interesa es saber el día exacto.

La fecha más probable es calcular entre 63 a 65 días de la primera monta aunque ya hemos dicho que en realidad el rango puede ser más alto.

Tu veterinario puede ayudarte a determinar con más precisión la fecha prevista de parto.

La llegada del momento del parto se acompaña de una serie de signos que indican que la perra está por dar a luz a sus cachorros.

Estos signos son importantes de reconocer y observar para asegurar una atención adecuada durante este proceso.

Inquietud y agitación

Uno de los primeros signos de que la perra va a dar a luz es la inquietud y agitación.

La perra puede mostrarse más inquieta de lo habitual, dando vueltas constantemente, buscando un lugar para el parto y pareciendo incómoda.

Es importante proporcionarle un lugar tranquilo y seguro donde pueda sentirse cómoda y prepararse para el momento de dar a luz.

Pérdida de apetito y temperatura corporal baja

Antes del parto, es común que la perra experimente una pérdida de apetito. Esto puede ser debido a que su cuerpo se está preparando para el proceso de parto.

La temperatura de la perra disminuirá 1 - 1,5º entre las 12 y las 24 horas anteriores al parto.

Es importante medir la temperatura de la perra los días anteriores al parto.

Contracciones y expulsión de los cachorros

El momento más evidente de que la perra va a dar a luz son las contracciones.

Estas contracciones son similares a las que ocurren en los seres humanos durante el parto.

La perra puede mostrar señales de dolor y esfuerzo mientras da a luz a cada cachorro de la camada. Es fundamental brindarle un entorno tranquilo y seguro durante todo el proceso de parto.

La importancia de una visita al veterinario durante el embarazo

La visita al veterinario durante la preñez de una perra es de vital importancia para garantizar la salud de la madre y de los cachorros.

Es recomendable contar con el seguimiento y asesoramiento profesional para prevenir y detectar posibles complicaciones desde el principio.

A continuación, se detallan dos aspectos relevantes a tener en cuenta durante esta etapa.

Prevención y seguimiento de posibles complicaciones

Durante el embarazo de una perra, pueden surgir problemas de salud que requieren atención médica.

La visita regular al veterinario permite detectar cualquier anomalía y tomar las medidas necesarias para garantizar un desarrollo adecuado de los cachorros y evitar complicaciones tanto para la madre como para los futuros cachorros.

El veterinario realizará un seguimiento exhaustivo del embarazo, controlando el peso de la perra, evaluando su estado de salud general y realizando pruebas específicas para detectar posibles enfermedades o infecciones que puedan afectar a la gestación.

De esta manera, se podrá intervenir a tiempo y tomar las medidas necesarias para evitar complicaciones.

Además, el seguimiento veterinario permite controlar el progreso del embarazo y determinar la fecha estimada de parto. Esto es crucial para estar preparados y brindar el apoyo necesario a la perra durante el proceso de dar a luz.

Alimentación y cuidados durante el embarazo

Durante el embarazo, la perra requiere una alimentación adecuada y cuidados específicos para garantizar su bienestar y el desarrollo saludable de los cachorros.

Nuestros veterinarios brindarán recomendaciones sobre la dieta adecuada, que debe ser equilibrada y adaptada a las necesidades nutricionales de la perra en esta etapa.

Asimismo, se proporcionarán pautas sobre el ejercicio y descanso adecuados para la perra embarazada.

Es importante asegurar un entorno tranquilo y seguro donde pueda descansar y evitar situaciones de estrés que puedan afectar su salud y la de los cachorros.

El veterinario también ofrecerá consejos sobre el cuidado prenatal y postnatal, proporcionando pautas para el manejo adecuado de los cachorros una vez que nazcan.

Alimentación de perras preñadas:

Mucha gente aumenta la ración de pienso de su perra al inicio de la gestación, sin embargo, es una mala práctica, la ración no debe aumentarse hasta las últimas 3 semanas.

Durante las 6 primeras semanas de preñez, los embriones solo crecen el 30% del tamaño que tendrán en el momento del parto.

Sin embargo, tras la sexta semana, los cachorros crecen el 70% de lo que pesarán al nacimiento.

Por lo tanto, para asegurar un crecimiento y desarrollo fetal óptimo debe aumentarse progresivamente la ración de pienso de la perra, coincidiendo con el crecimiento exponencial de los cachorros o sea en las 3 últimas semanas de gestación,

Si la perra tiene un peso adecuado en el momento de la monta, no es necesario aumentar la cantidad, ni el tipo de pienso durante las 6 primeras semanas de gestación.

Un exceso de alimentación desde el inicio de la gestación conducirán a un aumento de peso y unos fetos más grandes que pueden producir complicaciones durante el parto.

Por tanto, en la sexta semana de gestación, es cuando debe cambiarse el pienso de mantenimiento por uno de crecimiento de cachorros y aumentarse progresivamente la ración diaria de pienso, de forma que en el momento del parto su consumo diario sea un 50% más elevado que sus necesidades normales de mantenimiento.

A medida que los fetos aumentan de tamaño, se reduce el espacio abdominal disponible para el estómago, por lo que se aconseja proporcionar varias raciones pequeñas de pienso a lo largo del día al final de la gestación, de esta forma la perra no tendrá problemas para llenar su estómago con la comida necesaria para satisfacer sus necesidades.

Los piensos para cachorros correctamente formulados, son un 30% más concentrados en nutrientes que los de mantenimiento para adultos, por lo que son especialmente aptos para hembras gestantes con amplias necesidades nutricionales y un apetito limitado.

Entre un día y una semana antes del parto, se desarrollan las mamas y empiezan a producir leche. Muchas perras dejan de comer las horas anteriores al parto.

Esperamos que haya sido interesante, en próximos artículos explicaremos el manejo del parto y alimentación de perras en lactación.

«Ayudo a que la gente disfrute de sus mascotas»

— José Luis Guerrero - Veterinario